Vida Familiar

Señales precoces dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA)

Compartir

Observación previa: Con fines prácticos, dentro de este artículo, se usará el término “Espectro del Autismo”(EA) para referirse indistintamente a las personas dentro de la Condición del Espectro Autista (CEA).

Señales precoces dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA)

El Autismo es una condición que se define por un compromiso en el neurodesarrollo (proceso de crecimiento y desarrollo del sistema nervioso) y una serie de características del comportamiento que se expresan en un amplio espectro. Sus manifestaciones se pueden observar desde temprana edad y generan dificultades significativas en la interacción y comunicación social, además de la presencia de patrones restringidos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. El EA se expresa de forma variada y presenta distintos niveles de funcionalidad, por ejemplo, desde personas con un grave retraso en el desarrollo y sin lenguaje funcional, hasta individuos con un desarrollo intelectual normal o por sobre el promedio, sin retraso en el lenguaje. Lo que todos los individuos en el EA comparten son las dificultades en la comunicación social, adaptación al cambio, predilección por la repetición, intereses restringidos, desregulación sensorial y otros. Es importante mencionar que el EA se asocia también con fortalezas cognitivas en áreas como la atención y memoria para los detalles, o gran aptitud para deconstruir información compleja en las partes que la componen, entre muchas otras.

Actualmente el EA puede ser diagnosticado a partir de los 14 meses de edad y los estudios demuestran que, gracias a la neuro plasticidad, que es la flexibilidad que tiene el cerebro para adaptarse a los cambios a través de redes neuronales, las intervenciones realizadas antes de los 3 años podrían mitigar las manifestaciones más invalidantes del EA, siendo la intervención temprana una ayuda fundamental para prestar los apoyos necesarios a niñas y niños dentro del espectro autista, aumentando sus capacidades cognitivas (CI), su habla y lenguaje, su deseo de interacción social y sus habilidades sociales, a la vez que se disminuyen sus problemas conductuales. También facilita el aprendizaje y una mejor participación en múltiples áreas de la vida, como el hogar, la escuela y la comunidad.

Señales precoces de autismo

Estudios demuestran que muchos padres de niño/as con la condición observaron un desarrollo distinto antes del primer y segundo año de vida de sus hijo/a, sin embargo, aún se presentan demoras en el proceso de diagnóstico, sobre todo si los niños no tienen dificultades cognitivas y presentan lenguaje expresivo verbal.

-Las personas dentro del EA suelen presentar dificultades en el contacto visual en diverso grado, afectando su desarrollo social y aprendizaje en distintos grados.

-Otra dificultad se presenta en la Atención Conjunta, que es la capacidad de compartir la concentración en un objeto o área con otra persona. Un ejemplo, es seguir la mirada de una persona o un dedo que señala algo. Los bebés con un desarrollo típico se interesan por su alrededor y quienes los rodean, logrando al año de vida interactuar con los demás a través del contacto visual, repitiendo palabras y acciones, y usando gestos simples como aplaudir y decir “adiós” con la mano, o mostrando interés por los juegos sociales como las escondidas. Pero los niño/as con un EA pueden tener dificultad para aprender a interactuar con otras personas.

Síntomas Precoces de Autismo

Las personas del EA pueden presentar las siguientes características:

-No responder a su nombre para cuando tienen 12 meses – No señalar los objetos para demostrar su interés a los 14 meses –  No juegan juegos de simulación (jugar “a darle de comer” a muñeca) al llegar a los 18 meses -Evitar el contacto visual y querer estar solo/as -Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos – Presentan retrasos en las destrezas del habla y el lenguaje – Repetir palabras o frases una y otra vez (ecolalia) -Dar respuestas no relacionadas con las preguntas que se les hace -Irritarse con los cambios pequeños -Aletear las manos, mecerse o girar en círculos -Tener reacciones poco habituales al sonido, el olor, el gusto, el aspecto o al tacto de las cosas -Tener intereses profundos e intensos.

En la actualidad, los trabajadores de salud y educación pueden estar alerta para la pesquisa de retrasos del desarrollo socio comunicativo, los padres, también pueden estar atentos a las señales que presentan sus hijos/as, por ejemplo, existen apps gratuitas para padres, como ” Sigamos el Desarrollo” que permite hacer un seguimiento del desarrollo de los niños hasta los 5 años y visibilizar alguna señal de alerta en particular, además da recomendaciones para estimularlos.

Variantes del desarrollo

Entre ellas nos podemos encontrar con las Ecolalias, que son la repetición de palabras o frases que se ha escuchado con anterioridad, ya sea inmediatamente o transcurrido un tiempo. Un especialista debe evaluar si se presenta como parte adaptativa del desarrollo o bien, es un trastorno del habla.

También se presentan las Estereotipias, que son una forma de trastorno del movimiento, caracterizadas por la aparición de algún tipo de movimiento involuntario, y que se realiza siempre de la misma manera (estereotipado) en cada repetición. Generalmente son de gran ayuda en la regulación sensorial. Ejemplos: movimientos de cabeza, muecas, balanceo del tronco, brazos: aletear, dar palmas, frotarse o chascar los dedos, enroscarse el pelo o la ropa con los dedos, mover brazos, muñecas y dedos. También correr en círculos, dar saltitos, etc.

Otra manifestación son los Rituales o Manías. En algún momento de su desarrollo, todos los niño/as insisten en hacer algo de forma repetitiva. Ejemplo: el jugo lo quieren SOLO si está en el vaso verde. Entre las manías más frecuentes; Evitar pisar las líneas del pavimento, contar las cosas un cierto número de veces, repetir palabras o frases como ir por la calle diciendo adiós a los árboles, peinarse de una forma, realizar las cosas en un orden determinado, formar filas con los juguetes, insistir en que los demás hagan las cosas de una determinada manera, etc. Un especialista debe distinguir entre una conducta repetitiva normal y una patológica.

Diagnóstico tardío y sus consecuencias: El autismo entendido como una condición masculina.

Históricamente el autismo ha sido estudiado solo en hombres, desde la época de los setenta se hablaba de que por cada 5 o 10 hombres autistas, había solo una mujer autista, mientras que la evidencia actual, señala que, por cada tres hombres, habría una mujer o más, incluso investigaciones más recientes, apuntan a que por cada dos hombres habría una mujer, cambiando mucho las estadísticas. El autismo en mujeres es menos detectado, pues las que eran diagnosticadas como autistas, solían tener discapacidad cognitiva, existiendo un sesgo, asociando que las mujeres solo podían ser autistas, si además se observa una discapacidad intelectual. Dado esto, es que se debe incluir en enfoque de género dentro de los estudios de la población autista, ser mujer disminuye la probabilidad de que seas diagnosticada de forma temprana en tu niñez. Esto hace que generalmente en su adultez las mujeres logren ser diagnosticadas no porque consulten por autismo, sino en la búsqueda de apoyos, al sufrir alteraciones a raíz de su falta de diagnóstico, vivir episodios de acoso escolar en la escuela, vivir gran estrés laboral (burnout) al tener que camuflar sus diferencias, lo cual desencadena serios problemas de salud mental, tales como ansiedad, trastorno de estrés post traumático, depresión e incluso ideación suicida.

La principal consecuencia de esto es que las niñas no diagnosticadas, llegan a ser mujeres adultas con una salud mental muy deteriorada.

Al describirse siempre el autismo desde una mirada masculina, podemos dejar pasar por alto indicadores de autismo en las niñas. Por ejemplo, al observar el indicador de conductas repetitivas en niños/as, usualmente se te vendrá a la mente un niño alineando sus autos, trencitos o dinosaurios, sin embargo, no observarás de igual manera a una niña que alinea sus muñecas, peluches o cuentos. Finalmente, los indicadores suelen ser similares, sin embargo, los adultos no tenemos la mirada puesta en nuestras niñas, al considerar el orden como una conducta deseada y esperada de su parte, ya que, al llevarla a cabo, cumplen con el estereotipo de género asignado; “Eres una niña muy ordenada”, por ende, nadie llevará a su hija al psicólogo por esta conducta, a pesar de que, probablemente sí pudiesen consultan por su hijo en caso de ser varón.

Si hablamos de señales de alerta frecuentes en niñas/os menores a 4 años, podría indicar un exceso de irritabilidad y desbordes emocionales, o bien ir al otro extremo y ser retraídos, sin responder mayormente a las demandas de su entorno. Otra característica a la que puedes prestar atención es a las dificultades a la hora de alimentarse, siendo muy selectivos con los colores, texturas y sabores. Otra característica es el aumento en sus niveles de ansiedad frente a los cambios impredecibles. En edad escolar suelen ser selectivas/os en sus interacciones sociales, y a pesar de eso, pueden ser tanto extrovertidos, como introvertidos, ya que el autismo no determina esta variable.

En resumidas cuentas, un diagnóstico temprano es fundamental en la vida de alguien dentro de la condición del espectro autista y conseguirlo, dependerá de múltiples factores, y uno de ellos, es comenzar a hablar del autismo en mujeres.

Si tienes una hija y sospechas que pudiese estar dentro del espectro autista, se recomienda buscar profesionales que se especialicen en el área del autismo en niñas y mujeres, ya que aún existe mucho desconocimiento sobre el tema y pueden no ser visibilizadas.

LAU-CL-00197-Jun/22-Jun/24

Material elaborado por Psicóloga Natalia Hinojosa Montecino, Magíster en Psicología Clínica, diplomada en Psicoterapia Sistémica Infanto-Juvenil y con formación en Psicoterapia Sistémica, Terapia Centrada en Soluciones.

Referencias

Pérez, B. (2010). Estereotipias primarias en pediatría 8(3):129-34

Autism Speaks. (S. F) Ciencia y servicios para la familia. Manual de la primera preocupación a la acción.

Fundación FUAN. Diagnóstico y estimulación temprana en el espectro del autismo.

Programa Nacional de Salud de la Infancia (2014). Norma Técnica para la supervisión de niños y niñas de 0 a 9 años en la Atención Primaria de Salud.